Rusia se queda fuera de las competiciones internacionales (guión radiofónico)

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No es Momento para Morir. Es el título de la próxima entrega de James Bond. Su trama podría ser perfectamente la historia que nos ocupa. La detallaremos más adelante. Sí podemos anticipar que el final se consuma con La Agencia Mundial Antidopaje (AMA) excluyendo a Rusia de las grandes competiciones internacionales durante cuatro años más, lo que incluye los Juegos Olímpicos 2020, por la falsificación de los informes sobre los controles a sus deportistas. Estas medidas impactarán de manera determinante a atletas, nadadores y tenistas. No así a  las competiciones de UEFA y Formula1. Estos deportes poseen contratos multimillonarios y han sido varios los tecnicismos esgrimidos para mantener dichas competiciones en suelo ruso. Los veremos más adelante también.

CONSECUENCIAS

La decisión del comité ejecutivo de la AMA, tomada este 9 de Diciembre por unanimidad, deja al deporte ruso fuera de todos los Mundiales y también le impide organizar esos torneos hasta 2024.  Esto incluye, además de los Juegos del próximo año en Tokio, los de invierno de Pekín 2022.

Con esta nueva sanción se impide además a los altos cargos rusos formar parte de órganos deportivos internacionales durante cuatro años o asistir a los mismos acontecimientos en los que no podrán participar con su bandera. Finalmente, las ciudades rusas no podrán presentar candidaturas a los Juegos Olímpicos de verano de 2032.

DETALLE

La historia se remonta a diciembre de 2014, cuando la atleta rusa Yuliya Stepanova denunció con pruebas que los atletas rusos que daban positivo nunca eran sancionados, que las autoridades de su país los ocultaban, y que todo lo organizaba, instruido desde el Kremlin, el director del laboratorio antidopaje de Moscú, Grigory Rodchenkov. Esta primera tormenta, y el aluvión de informaciones que hizo desatar, llevó a la IAAF a suspender al atletismo ruso con una sanción que aún no ha sido levantada. Un año después, Rodchenkov dimitió del laboratorio y huyó a Nueva York cargado de información y con copias del disco duro del ordenador central del laboratorio. Sus primeras revelaciones (la trama del cambiazo de frascos en el laboratorio de los Juegos de Sochi 2014, que él dirigió, y la del método de los positivos que desaparecen) dieron lugar a las sanciones de Pyeongchang.

AMA pretendía cuadrar dichos datos con los que volvió a pedir a Moscú como presentación de evidencias. Cuál fue su sorpresa cuando se encontró borrados de dichos dispositivos los archivos en bruto de los positivos, así como los comandos ejecutados para tal operación informática, una maniobra burda para cualquier experto. No sólo eso, sino que dejaron inhabilitadas las copias de seguridad con otra maniobra evidente para los asesores del organismo internacional.

REACCIONES RUSAS

Si en el plazo de 21 días a contar desde el lunes 9 de diciembre, el ministerio de Deportes ruso no alerta al Tribunal Arbitral Antidopaje (TAS) de que no está de acuerdo con la decisión de la AMA, la sanción se consumará definitivamente. 

Así que son múltiples los lamentos de los dirigentes rusos, como los de su primer ministro Dmitri Medvédev, que aprovecha para relacionarlo con una “fiebre antirrusa”, o los de su presidente, Vladimir Putin, que apela al papeleo: “no hay reclamaciones al Comité Olímpico Nacional Ruso, y si no hay reclamaciones entonces el país debe participar bajo la bandera nacional; lo dice la carta olímpica”, opina el máximo mandatario. En cualquier caso el propio primer ministro reconoce que el deporte ruso tiene “problemas significativos” de dopaje y no se conoce a día de hoy apelación formal que hayan presentado los euroasiáticos. Incluso el presidente del Comité Olímpico Ruso, Stanislav Pozdniakov, empezó a preparar el terreno asegurando que los deportistas limpios se siguen preparando para los Juegos y otras citas relevantes, sin ya entrar a valorar si lo van a hacer bajo la bandera de su país.

DETALLES DE INTERÉS POPULAR: UEFA Y F1

El castigo, sin embargo, no afecta a la Eurocopa del próximo verano, en la que San Petersburgo es una de las sedes, ni a la celebración del Gran Premio de Sochi de Formula1.

El tecnicismo que permite la realización de la cita futbolística, es que se trata de un torneo continental organizado por la UEFA y, como el resto de confederaciones continentales, no entra en la categoría de organizadora de grandes eventos.

Por su parte, complejidades legales son las esgrimidas para permitir la cita automovilística. Ya que los hechos sancionables fueron después de la firma del contrato de adjudicación de la carrera. Lo cierto es que la cancelación de dichos eventos en suelo ruso tendría potentes implicaciones económicas e incluso políticas que podrían resultar ya excesivas.