La Ciudad de la Ventolera

Chargers gana en Chicago (16 – 17) en un errático partido

Los Bears volvieron a mostrar una enorme irregularidad que les hizo perder el partido contra un equipo que está lejos de su mejor momento. Lo que al principio del partido eran errores puntuales, acaba convirtiéndose en una lluvia de desafortunadas jugadas que les llevan a caer en el último segundo.

Empezó el partido con la defensa de los de Illinois dominando, buena muestra de ello es que el primer first down de los californianos fue ya en el segundo cuarto. Con especial protagonismo de la carrera, Montgomery acabó yéndose hasta las 135 yardas (más 10 de recepción). Partido controlado por los Bears que consiguieron marcar un par de field goals tempranos. ¿Qué era lo que no funcionaba? Hasta en tres ocasiones desaprovecharon jugadas en la red zone. Cuando dominas, tienes que capitalizar, porque puede ser que el equipo rival no perdone las suyas.

Así pasó. A falta de dos minutos para el descanso, Rivers engancha un pase a Mike Williams de 60 yardas. Y Melvin Gordon culmina el touch down en una posterior carrera sin mucha oposición. Chicago todavía conseguiría un último touch down, para irse al descanso ganando (9 – 7). Poca renta para tanto dominio, algo no funcionaba.

Comienza la segunda parte y Nagy quiere conservar el balón. Carrera tras carrera, Montgomery va consumiendo yardas. Trubisky incluso consigue conectar con Robinson para que a mitad del tercer cuarto, el propio Montgomery anote el touch down. 16 – 7 y, como en varias ocasiones esta temporada, Chicago tiene el partido aparentemente controlado.

Pues como en la mayoría de esas ocasiones, no fue así. En ese momento, la locura se empieza a apoderar del Campo del Soldado. Rivers empieza a avanzar para conseguir un field goal y llevar el miedo a un equipo (y una afición) que están para pocos trotes. Trubisky encadena varios fallos fáciles con una intercepción y un fumble. ¿Consecuencia? Chargers se pone por delante (17 – 16) a falta de 8 minutos.

Y en ese momento Nagy lo ve claro. Al contrario de lo que había pasado durante los últimos 15 minutos, su plan es que Trubisky avance de manera lenta y sólida durante ese drive hasta dejar al equipo en field goal range. Se la juega a ese último drive. No sé que evidencias tenía el entrenador para creer que había posibilidad de éxito. Lo sorprendente es que fue así. En un fantástico drive del quarterback (con susto en forma de sack que no fue por centímetros, y acaba en carrera de Mitch para primer down).

En ese momento, a falta de 45 segundos, el field goal que tendría Piñeiro sería de 41 yardas, asequible. Chicago tiene 3 intentos para intentar avanzar alguna yarda más y dejárselo más fácil a un kicker, no lo olvidemos, que lleva a un estado entero sobre los hombros. Pues ante la sorpresa generalizada, Chicago decide perder todos esos segundos haciendo la formación de victoria, para jugarse el actual field goal. Las razones por las que Nagy decide no intentar avanzar alguna yarda más, sólo él las sabe.

Así que Piñeiro apunta, dispara, la pelota va hacia el centro, y, en el último segundo, sale lamiendo el palo derecho. Juzguen ustedes…