Rodrygo fulmina al Galatasaray

El Real Madrid se impone 6 – 0 al inexistente equipo turco

Real Madrid, 6: Courtois (7), Carvajal (7), Ramos (7), Varane (6), Marcelo (6): Min. 42 Mendy (7); Casemiro (8): Min. 59 Modric (6), Valverde (6), Kroos (7), Rodrygo (10), Hazard (7): Min 67 Isco (5); Benzema (9)

Galatasaray, 0: Muslera (7), Nagatomo (2): Min. 87 Adem Büyük(-), Marcao (2), Luyindama (2), Mariano (4), Lemina (5), N’Zonzi (2): Min. 45 Bayram (4); Seri (5), Babel (5), Andone (3): Min. 45 Donk (4); Feghouli (3)

No llevaba 6 minutos el partido cuando Rodrygo acumulaba dos goles en su cuenta. Es el Madrid actual un equipo de contrastes en lo que a acierto ofensivo se refiere. Es fácil verle partidos en los que necesita hasta 30 remates para capitalizar, como encuentros en los que se le caen los goles de los bolsillos. Hoy tocó bolsillos.

Transformó Ramos un penalti señalado a Kroos por el VAR, para completar el tríptico del primer cuarto de hora. Durante esta primera parte, Hazard y Benzema atravesaban la mantequilla turca, mientras Casemiro absorbía balones en tres cuartos, que activaban el casi permanente ataque blanco. Las pocas aproximaciones de los de Estambul acababan siempre de manera inocente. Para terminar el período, de nuevo Rodrygo, agarró un regalo de Nagatomo para cederle el cuarto a Benzema.

La segunda parte transcurrió con la prevista placidez. Controlaba el equipo de Zidane el balón en el centro, más si cabe con la incorporación de Modric e Isco. Mendy se presentaba en el partido con poderosas apariciones, aunque el quinto llegó por la otra banda. Carvajal pisaba línea de fondo para habilitar a un afinadísimo Benzema que empujó a la red cuando el partido atardecía. Ya sólo quedaba que Rodrygo completara su hat trick en la jugada final.

Buen partido para el Real Madrid, que endereza el camino en Champions. Mención para el jovencísimo Rodrygo. Produjo con mucha facilidad, y eso no es fácil a los 18 años en la Champions y con el Real Madrid; aunque sea contra este analgésico Galatasaray. Necesitará culminar la reacción en la competición en Bélgica y en Chamartín, contra el equipo parisino. Para describir el partido de los de Fatih Terim, baste un sonido, el de la sonora pitada con la que despidió a su equipo en el descanso la efusiva hinchada otomana desplazada al Bernabeu.

El Madrid se saca de sus casillas

El equipo blanco se impone en el último minuto por 3 – 2 al Getafe en un partido enloquecido

ifícil describir con palabras lo vivido en la noche de hoy, en un partido desquiciado, en el que se sucedieron situaciones insólitas. Acabó ganando el Real Madrid, que duerme a 3 puntos del liderato.

El equipo blanco se pasó la primera parte desconcertado, como si el vendaval que sacudía al Santiago Bernabeu, se llevara no sólo papeles si no también ideas. Manu del Moral y Gavilán campaban a sus anchas, con Granero a los mandos y Soldado ejecutando. El delantero avisó en caballerosa deferencia a su antiguo equipo, mandando a la grada una ocasión franca en el minuto 3. En el 9 no tuvo otro remedio que enganchar un buen remate de cabeza a pase de Granero, que Casillas no pudo detener.

Ni una mísera ocasión que echarse a la boca para el aficionado blanco en los primeros 45 minutos. Así que se ensimismó tanto la zaga azul con la gran primera parte realizada, que en desafortunado despiste de los centrales, Higuaín agarró una pelota en el área pequeña que introdujo en la portería tras rápida maniobra; sólo segundos antes del minuto 46, que significó el fin del primer período. El 1 a 1 no reflejaba la superioridad de ideas del equipo de Víctor Muñoz, pero esto no va de ideas, va de goles.

Comenzó la segunda parte con un Real Madrid ya sí dominante. Presionando, robando rápido y viviendo durante minutos enteros en el área del Getafe. Robben le metía electricidad y Huntelaar acechaba a la presa.

Pero al partir del minuto 60, se empezaron a suceder inauditos acontecimientos en intensidad ascendente. El partido se convierte en un ida y vuelta en el que todos tienen ocasiones. Robben se recambia por problemas físicos. En el 83 marca Albín para el Getafe de disparo cruzado. En el 85 empata Guti de falta directa. En el 87 Pepe comete penalti sobre Casquero y, no conforme con ello, le remata en el suelo con dos patadas a bocajarro. Penalty y expulsión evidentemente. El último, como paladeando el momento, ejecuta la pena en forma de Panenka suave que acaba mansamente en las manos de Íker, el único sensato de todos en el día de hoy. Por si todo esto fuera poco, el Pipa engancha un disparo a la escuadra desde la frontal en el 92, para lacrar el 3 – 2 final.

Tanganas aparte, el Real Madrid se acabó llevando un partido que tuvo perdido. Tendrá que serenarse si quiere conservar la dinámica de resultados, ya que no todas las noches cae la moneda de cara.

El Madrid se enreda

El equipo blanco empata a 0 con el Betis y desperdicia la opción de ponerse líder

Real Madrid, 0: Courtois (6), Carvajal (7), Ramos (8), Varane (4), Mendy (5); Casemiro (5), Modric (6), Kroos (7), Rodrygo (5): min. 65 Vinicius (6), Hazard (8), Benzema (7): min. 83 Jovic (-)

Betis, 0: Joel (9), Álex Moreno (6): min. 94 Barragán (-), Feddal (8), Sidnei (7), Mandi (6), Emerson (6), Guardado (5), Bartra (5), Canales (8), Fekir (7): min. 96 Ismael (-), Loren Morón (6): Min. 73 Borja Iglesias (6)

Pareció que el miedo escénico al liderato se hubiera agarrado a los jugadores de Zidane. Presionó y tuvo ocasiones para adelantarse pero, de nuevo, no fue capaz de convertir ninguna de ellas. Y cuando tocaba subir una marcha a nivel de presión y velocidad de circulación, la bajó.

Sorprendía Rubí con la inclusión de 4 centrales en la alineación, uno de ellos (Bartra) como medio centro. Éste sufría y el centro del campo era un sitio altamente problemático. Lo que parecía un error del entrenador verdiblanco era justamente lo contrario, había convertido esta zona del campo en territorio comanche para su equipo, pero también para el Madrid. Kroos y Modric dominaban, pero de manera ralentizada y, mientras tanto, el juego empezaba a ocurrir por las bandas.

El Betis había conseguido inclinar el campo hacia la banda izquierda, donde Canales empezó a dominar la situación. Alargaba carreras y, desde ahí, permitía a su equipo encarar la portería blanca a partir de la mitad de la primera parte. Algo impensable al principio del partido, cuando el equipo de Zidane no permitía a los andaluces salir de área propia. El éxito del plan verdiblanco, sumado al goteo de ocasiones fallidas del Madrid hacía que los primeros consiguieran sacudirse la presión blanca y acabaron la primera mitad con sensación de competir.

La segunda siguió un guión similar. Aunque el cansancio acumulado también de la jornada semanal, contribuyó a que las escenas que se vieron en el Bernabeu fueran más aparatosas. Apareció el VAR en una mano del Betis en área propia, que hizo que se jugaran dos minutos de partido que nadie sabía si se estaban jugando realmente, hasta que la decisión fue la de seguir. Mendy, Vinicius y Ramos las tuvieron claras, así como Fekir. Courtois hacía su trabajo y a Joel no le hacía falta ni ver para neutralizar los balones que le llegaban, jugó sin una lentilla tras numerosos intentos de su equipo médico para colocarla.

Empate sin goles en el Bernabeu, en un partido que empezó con un Madrid ilusionado e ilusionante, y acabó con una serie de ansiosas desdichas, que le impiden pasar el sábado noche líder.

Benzema hace nuevos amigos

El Real Madrid se impone 5 – 0 al Leganés en un partido poco exigente para los blancos

Benzema ha entendido que tiene que pasar página. Ahora alterna con Hazard, Rodrygo, Valverde y, en ocasiones como hoy, la indolencia del equipo rival. No está claro si es un partido para sacar muchas conclusiones, debido a los pocos problemas que causó el equipo de Luis Cembranos al cuadro blanco. Digno de mención tiene que ser, en cualquier caso, el acierto en forma de 5 goles y la falta de ocasiones en área propia.

Repetía la alineación de Estambul Zizou, que no quiere planes B ni C a estas alturas. Y Benzema le daba la razón a su técnico, enhebrando pases a sus compañeros en los dos primeros goles. El equipo hoy verde se confundía con el césped a nivel gráfico y físico. Sólo se dejó notar Bustinza, que se cargó a dos rivales en impetuosa carambola, felizmente recuperados eso sí.

A mediados de la primera parte, ya con dos goles en contra, empezó a estirarse el Leganés. Aunque no pudo mostrarnos si tenemos al gran portero belga de vuelta, como pareció en Turquía. Saldremos de dudas en próximos episodios.

En éstas llegamos al descanso, ya con 3 – 0 tras gol de penalti de Ramos. Y se te viene inevitablemente el pensamiento a la cabeza de la nitidez que tiene el delantero galo para habilitar goles de sus compañeros (Rodrygo y Kroos), y lo borrosos que le salen los disparos propios.

Esta contrariedad la solucionaría a mediados de la segunda parte de penalti, y para entonces la intensidad de los dos equipos había subido un punto. Así que fuimos capaces de apreciar los repetidos intentos de presión para recuperación del Madrid, y confirmar que Rodrygo se ha unido a los jugones del patio (Hazard y Benzema).

Partido tranquilo para la defensa de los de Chamartín, sólidamente gestionado por los tres del centro del campo (Kroos, Casemiro y Valverde) y brillantemente aprovechado por los de arriba, incuyendo a Jovic, que se estrenó al anotar poco antes del pitido final.

El Madrid descorcha al Zaragoza

Un eléctrico Real Madrid vence 4 – 0 a un deslabazado Zaragoza

El Real Madrid apabulló hoy a un Zaragoza, que necesita empastarse o acabará pasándolo mal en Mayo. Al equipo maño, hoy de amarillo, no le falta calidad individual, le falta calidad colectiva. Hoy jugó como 11 futbolistas que juegan 11 partidos distintos. Y eso, ante este Madrid lo pagas.

Por su parte, el Madrid tiene una consigna clara, recuperar y correr. Le da igual en qué parte del campo recupera el balón, pero cuando lo recupera, los 4 de arriba (Cristiano, Higuaín, Van der Vaart y sí, Ramos) salen disparados al área rival. El equipo blanco embolsa a las burbujas amarillas, que suelen acabar en manos de los Diarra o los centrales (y en última instancia de Casillas)

Así empezó el partido, con el Madrid en otra marcha durante dos minutos en los que el Zaragoza no sabía muy bien qué estaba pasando. En ésas, Van der Vaart regaló un pase en profundidad al pie izquierdo de Higuaín, que cruzó el balón sin problemas a la red. Primera parte del plan cumplido. Inversión de dos minutos para encontrarte un partido abierto, en el que rara vez pierde el Madrid.

En la primera fase del partido, el equipo de Pellegrini lo intentó por la derecha. Cuando tocaba la pelota Ramos, el delantero de turno (Pipa o Cristiano) apoyaba rápido para que la velocidad de cualquiera de los tres, encontrara camino directo a López Vallejo tras pared, o pase al área en superioridad. De ahí nacieron los primeros acercamientos tras el primer gol. Por ahí llegaron varias ocasiones de Van der Vaart, incluido el tercer gol. Antes, Rafael había estrenado su cuenta, tras delicatessen de Marcelo ante una defensa que colaboraba con la causa blanca.

Tuvo un estirón de orgullo el equipo del hoy debutante Gay, que solventó Casillas con un paradón tras un buen disparo de Lafita, en la única intervención del mostoleño. Este atrevimiento lo neutralizaron un hiperactivo Ronaldo (que tuvo varias ocasiones sobre todo a balón parado) y un golazo de Higuaín. El Pipa, controló de espaldas a puerta en el borde interior de la frontal de área y lanzó un disparo a media vuelta que se coló por la escuadra del equipo amarillo.

Gran partido partido del equipo de Pellegrini, que no echó en falta la baja de Xabi Alonso, y se va al parón navideño con buen sabor de boca. A la vuelta, tocará pasar rápido la resaca para remontar la ventaja blaugrana.

La Ciudad de la Ventolera

Chargers gana en Chicago (16 – 17) en un errático partido

Los Bears volvieron a mostrar una enorme irregularidad que les hizo perder el partido contra un equipo que está lejos de su mejor momento. Lo que al principio del partido eran errores puntuales, acaba convirtiéndose en una lluvia de desafortunadas jugadas que les llevan a caer en el último segundo.

Empezó el partido con la defensa de los de Illinois dominando, buena muestra de ello es que el primer first down de los californianos fue ya en el segundo cuarto. Con especial protagonismo de la carrera, Montgomery acabó yéndose hasta las 135 yardas (más 10 de recepción). Partido controlado por los Bears que consiguieron marcar un par de field goals tempranos. ¿Qué era lo que no funcionaba? Hasta en tres ocasiones desaprovecharon jugadas en la red zone. Cuando dominas, tienes que capitalizar, porque puede ser que el equipo rival no perdone las suyas.

Así pasó. A falta de dos minutos para el descanso, Rivers engancha un pase a Mike Williams de 60 yardas. Y Melvin Gordon culmina el touch down en una posterior carrera sin mucha oposición. Chicago todavía conseguiría un último touch down, para irse al descanso ganando (9 – 7). Poca renta para tanto dominio, algo no funcionaba.

Comienza la segunda parte y Nagy quiere conservar el balón. Carrera tras carrera, Montgomery va consumiendo yardas. Trubisky incluso consigue conectar con Robinson para que a mitad del tercer cuarto, el propio Montgomery anote el touch down. 16 – 7 y, como en varias ocasiones esta temporada, Chicago tiene el partido aparentemente controlado.

Pues como en la mayoría de esas ocasiones, no fue así. En ese momento, la locura se empieza a apoderar del Campo del Soldado. Rivers empieza a avanzar para conseguir un field goal y llevar el miedo a un equipo (y una afición) que están para pocos trotes. Trubisky encadena varios fallos fáciles con una intercepción y un fumble. ¿Consecuencia? Chargers se pone por delante (17 – 16) a falta de 8 minutos.

Y en ese momento Nagy lo ve claro. Al contrario de lo que había pasado durante los últimos 15 minutos, su plan es que Trubisky avance de manera lenta y sólida durante ese drive hasta dejar al equipo en field goal range. Se la juega a ese último drive. No sé que evidencias tenía el entrenador para creer que había posibilidad de éxito. Lo sorprendente es que fue así. En un fantástico drive del quarterback (con susto en forma de sack que no fue por centímetros, y acaba en carrera de Mitch para primer down).

En ese momento, a falta de 45 segundos, el field goal que tendría Piñeiro sería de 41 yardas, asequible. Chicago tiene 3 intentos para intentar avanzar alguna yarda más y dejárselo más fácil a un kicker, no lo olvidemos, que lleva a un estado entero sobre los hombros. Pues ante la sorpresa generalizada, Chicago decide perder todos esos segundos haciendo la formación de victoria, para jugarse el actual field goal. Las razones por las que Nagy decide no intentar avanzar alguna yarda más, sólo él las sabe.

Así que Piñeiro apunta, dispara, la pelota va hacia el centro, y, en el último segundo, sale lamiendo el palo derecho. Juzguen ustedes…

El león asfixia al dragón

Suráfrica vence (19 – 16) a Gales en un igualado partido y se enfrentará a Inglaterra en la final del Mundial

Acabó imponiéndose el equipo africano en un partido muy físico, que, como se esperaba, se decidió en el centro del campo. Desplegaban su potencia física los de Erasmus en la primera parte mientras Gales avanzaba con patadas bombeadas; si el balón está en el aire, no te estás pegando por él en el ruck, y cada segundo de ahorro físico era clave para los rojos. Echaron mucho de menos a Liam Williams, el “Espreso de Swansea” aporta creatividad y rapidez desde la posición de fullback. Y en un partido de estas características, un matiz técnico puede decidir.

Comenzó el intercambio de golpes y nos encontrábamos igualados a 9 al inicio de la segunda parte. Aquí empieza la fiesta. Suráfrica sustituye a 5 delanteros, las dos primeras líneas al completo. Declaración de intenciones que acaba con ensayo de de Allende en el minuto 57. El equipo verde entra como elefante en cacharrería por el flanco izquierdo y acaba marcando.

Como si hubiera estado esperando esta señal, el equipo de Gatland se suelta y empieza a percutir sin descanso en la yarda 5 contraria. En un ejercicio de descaro, eligen melé en lugar de una facilísima patada a palos, que acaba en el ensayo del velocísimo Josh Adams pegado a la banda izquierda. Conversión de Halfpenny y empate para encarar los últimos 10 minutos de partido. 

Erasmus tenía el partido donde quería, empate y balón de Gales. No le interesa el balón, le interesa marcar. Los delanteros de refresco verdes consiguen desactivar el empeño rojo y, entre la confusión, aparece Faf de Klerk para manejar los últimos minutos a su antojo. Lleva el balón a la esquina izquierda galesa en una patada en paralelo a la banda tras arrancada, donde provoca que suceda todo lo que sucedió en los últimos minutos de partido; incluida una patada a palos de Pollard que clava el 16 – 19 final. 

Victoria y pase a su tercera final, donde buscará hacerse con la Copa Webb Ellis por tercera vez y frente a Inglaterra. Partidazo.

Unas veces te comes al oso…

Inglaterra vence a Nueva Zelanda (19 – 7) en las semifinales del mundial en un partido histórico

Y esta vez Inglaterra se comió al oso. La primera imagen del partido con los ingleses rodeando en cuña a los neozelandeses mientras ejecutaban su haka, fue un avance de lo que ocurrió durante los 80 minutos. Salida en tromba, agresividad máxima (bien entendida) en defensa, y juego a la mano eléctrico. Éstos fueron los ingredientes que hicieron que en el primer minuto del partido, los ingleses anotaran su único ensayo a través de Manu Tuilagi.

A partir de ahí, Eddie Jones planteó un partido físico en el que los de negro no encontraban camino por el centro. La ola blanca desviaba a la manada negra hacia el lateral izquierdo, donde eran emboscados por Anthony Watson y los apoyos que llegaban instantáneos. El plan les estaba saliendo. 

Nueva Zelanda se iba estirando en tramos de 10 minutos. En el minuto 10 pisó el reino, y en el 20, su primer encadenado para llamar a la puerta de Westminster. La guardia real los desvió de nuevo a la izquierda.

Iban pasando los minutos y la primera parte terminó con una conversión de golpe de castigo de George Ford. Los isleños esperaban sumar puntos antes del descanso. Otro golpe a la mandíbula del oso.

La segunda parte básicamente transcurrió de la misma manera. Chispazos motivados por las transfusiones de los cambios, que capitalizaron en un ensayo de Ardi Savea, pero poco más. No siempre la culpa la tiene Aaron Smith. El marcador se apretaba, pero mientras los All Blacks sufrían durante 60 minutos para marcar sus primeros puntos, George Ford iba clavando conversiones regularmente hasta el 19 – 7 final.

Partidazo mañana en la otra semifinal (Gales – Suráfrica) para ver si la semana que viene toca safari o visitar el pub.


Los Lakers encienden las luces

Convincente victoria de los Lakers (95 – 86) ante unos Jazz suaves en el “home opener”

Necesitaban los Lakers un partido así, en su apertura de torneo en casa y después de su derrota en el derby, ante otro candidato al título como los Clippers de Kawhai. Un partido sin sobresaltos, en el que mostrarse como un equipo, que empieza de manera de sólida y es capaz de ir despegándose en el marcador hasta que se permite usar el último cuarto para la gestión del equipo. Donde tuvo minutos la segunda unidad, con especial mención para Troy Daniels, con 15 puntos y 50% en triples.

Mientras hubo partido, Lebron James dominó el ataque, acabando el partido líder en puntos (32) y asistencias (10), a lo que añadió 7 rebotes. En defensa, los hombres altos (Davis, McGee y Howard) no permitían puntos fáciles de Gobert, mientras los exteriores mormones no eran suficientes. No así Danny Green, que otro anillo en el dedo parece que le viene bien a su palanca de muñeca; acabó con 9 puntos y 40% en triples. Anthony Davis, con 21 puntos y 7 rebotes sigue demostrando ser un referente en el equipo y en la liga.

Veremos cómo evoluciona la temporada, ya que otra cosa que no sean las finales de conferencia para el equipo amarillo, sería el enésimo fracaso de la franquicia en los últimos años.

El Madrid rebota en Estambul

Solvente partido del equipo de Zidane, que gana 0-1 en Turquía

Galatasaray, 0: Muslera (6); Mariano (4) Luyindama (4), Marcao (4), Nagatomo (4), Donk (4), min 46 Feghouli (5), N’Zonzi (5) Seri (5), min 76 Emre Mor (5), Belhanda (6),min 66 Bayram (4) Andone (6), Babel (5)

Real Madrid, 1: Courtois (8), Carvajal(6), Ramos (6), Varane (7), Marcelo (5); Casemiro (6); Valverde (7), min 79 James (7),  Kroos (8), Rodrygo (8), min 82 Jovic (6), Hazard (8), min 79 Vinicius (5), Benzema (8)

Gol: Kroos, min 17

Un puñado de buenas noticias se lleva el Madrid del Türk Telekom Stadium. Y no son ni la eficacia goleadora ni la solidez defensiva. Ya que el equipo turco tuvo hasta cuatro situaciones de peligro claras en la primera mitad (controladas por un fantástico Courtois) y el equipo blanco falló hasta 9 ocasiones claras. Sin embargo, ahí estuvo una de las constantes del partido, la generación de fútbol ofensivo por parte de los blancos. Esto fue debido a la capacidad de recuperación del medio campo (Kroos, Valverde y Casemiro), a las finas triangulaciones de los tres de arriba (Hazard, Benzema y Rodrygo) y a la falta de intensidad (no confundir con agresividad) de la defensa otomana.

La mejor de las noticias es, evidentemente, la importante victoria que contribuye a encarrilar el casi descarrilado tren de la Champions, y a levantar la tetera del hornillo de Chamartín. La solvente actuación de Courtois y la más que ilusionante capacidad de Rodrygo para parecer uno más en el miniequipo que ha creado con Hazard y Benzema, han sido esta noche factores muy positivos.

Empezó el partido con control y ocasiones del Madrid, pero enseguida Andone asustó con dos claras que resolvió Courtois como el porterazo que siempre fue. Respondió el equipo de Zidane con un golazo ejecutado por Kroos, tras combinación al violín de Hazard y Benzema.

Y a partir de ahí y, salvo aproximaciones espasmódicas de los turcos, fue un monólogo del Real Madrid, que se dedicó a fallar ocasiones hasta el pitido final.

Buenas noticias, ya que hoy el equipo blanco fue capaz de solucionar algunos de los problemas que arrastraba: generación de ocasiones, solvencia en la portería y presión en tres cuartos; así como mitigar otras: solidez en defensa y eficacia en área rival. El Real Madrid fue hoy el mejor equipo en Estambul, y se vuelve a España con el camino trazado, ahora sólo hay que recorrerlo.