El Real Madrid se impone 5 – 0 al Leganés en un partido poco exigente para los blancos
Benzema ha entendido que tiene que pasar página. Ahora alterna con Hazard, Rodrygo, Valverde y, en ocasiones como hoy, la indolencia del equipo rival. No está claro si es un partido para sacar muchas conclusiones, debido a los pocos problemas que causó el equipo de Luis Cembranos al cuadro blanco. Digno de mención tiene que ser, en cualquier caso, el acierto en forma de 5 goles y la falta de ocasiones en área propia.
Repetía la alineación de Estambul Zizou, que no quiere planes B ni C a estas alturas. Y Benzema le daba la razón a su técnico, enhebrando pases a sus compañeros en los dos primeros goles. El equipo hoy verde se confundía con el césped a nivel gráfico y físico. Sólo se dejó notar Bustinza, que se cargó a dos rivales en impetuosa carambola, felizmente recuperados eso sí.
A mediados de la primera parte, ya con dos goles en contra, empezó a estirarse el Leganés. Aunque no pudo mostrarnos si tenemos al gran portero belga de vuelta, como pareció en Turquía. Saldremos de dudas en próximos episodios.
En éstas llegamos al descanso, ya con 3 – 0 tras gol de penalti de Ramos. Y se te viene inevitablemente el pensamiento a la cabeza de la nitidez que tiene el delantero galo para habilitar goles de sus compañeros (Rodrygo y Kroos), y lo borrosos que le salen los disparos propios.
Esta contrariedad la solucionaría a mediados de la segunda parte de penalti, y para entonces la intensidad de los dos equipos había subido un punto. Así que fuimos capaces de apreciar los repetidos intentos de presión para recuperación del Madrid, y confirmar que Rodrygo se ha unido a los jugones del patio (Hazard y Benzema).
Partido tranquilo para la defensa de los de Chamartín, sólidamente gestionado por los tres del centro del campo (Kroos, Casemiro y Valverde) y brillantemente aprovechado por los de arriba, incuyendo a Jovic, que se estrenó al anotar poco antes del pitido final.