La noche de Mitch
Chicago se impone 31-24 a Dallas con un marcador que no refleja la superioridad local
Trece semanas ha tenido que esperar la afición de Illinois para ver lo que esperaban. Una defensa dominante, con la línea ahogando a Prescott, y una secundaria que no permite “big plays”. Un ataque sólido con Trubisky al mando y protección suficiente que le permite habilitar a sus estrellas ofensivas, Robinson y Montgomery. Dicho así parece fácil, no debe serlo cuando, como decimos, hemos tenido que esperar más de tres meses para presenciar el mejor partido de los Osos. Veremos si ya es tarde o no.
El quarterback de Ohio hizo un partido casi perfecto. Después de la intercepción en su primer drive, lo hizo todo bien. Al contrario que durante el resto de la temporada, ejecutó rápido; algo clave para conseguir continuidad en el ataque y evitar pérdidas de balón, de yardas y posibilidad de lesiones. Perfecto en la toma de decisiones, incluso para elegir cuando correr sin riesgos, situación que capitalizó en el touchdown que cerraba el partido al inicio del último cuarto (14-31). Además, hoy si contó con segundos extra de posesión, ya que la línea era capaz de parar a la temible defensa de Dallas, e incluso crear espacios para los running backs.
Espejismo inicial
El touchdown inicial de Elliot en el primer drive de partido, seguido de la mencionada intercepción de Lewis, auguruban un encuentro muy diferente. Con una solidez mental impropia de la irregularidad mostrada desde Septiembre, Chicago fue deshaciendo los ataques rivales con cierta facilidad y avanzando yardas con continuidad. Incluso contando con las bajas de hasta 7 jugadores clave (Hicks, Smith, Trevathan, Amukamara, Burton, Shaheen y Gabriel), el equipo de Nagy fue capaz de mostrar una determinación y ejecución, más allá de nombres propios.
Monsters go out at night
Mack lideraba la carga defensiva contra Prescott y Fuller aparecía, hoy también, para cerrar los flecos. En ataque funcionaban todos, Trubisky (4TD), Robinson (2TD) Montgomery, Cohen, Miller (TD) e incluso el tercer y cuarto tight end del equipo, Holtz y Horsted.
Mención aparte para Cordarelle Patterson. Este jugador es un auténtico peligro para los rivales, Nagy tiene que darse cuenta de ello y utilizarlo mucho más. Más allá de que los kick offs rivales están totalmente condicionados por su presencia en el retorno (suele situar el balón alrededor de la 40), el de South Carolina ganó hoy yardas en uno contra uno de una manera que no se veía en el Campo del Soldado desde Brandon Marshall.
Por parte de los Cowboys, poco que llevarse a la boca. Elliot fue lo único salvable de un equipo que está en depresión y, curiosamente, en playoffs. Es lo que tiene la diferencia entre divisiones… Por su parte, parece que la pelea por la última posición de wild card en la NFC va a ser salvaje (Vikings, Rams, Bears, Eagles, Cowboys incluso…). Si Chicago mantiene este nivel tendrá opciones hasta el final. Como decíamos, veremos si ya no es tarde…