Chicago gana 24-20 en Detroit y se coloca al 50%
Se impusieron los de Illinois en el Ford Field en un partido trabajado y exigente, en el que fueron superando las distintas dificultades que se fueron encontrando. Una de ellas fue el tercer quarterback del equipo local, hoy titular, y que realizó un partido impoluto hasta el último pase en forma casi “Hail Mary”, en el que Eddie Jackson interceptó fácil. David Blough presentó una tarjeta de 280 yardas, con 2 touchdowns y la mencionada intercepción, en una serie de 22 de 38.
Otra de las dificultades se la proporcionó el equipo de Nagy a sí mismo, en forma de errores defensivos en el primer cuarto, que capitalizaron en los dos touchdowns de Golladay y Jones. Parecía que necesitaba calentar las piernas la defensa de Pagano tras el partido de hace 4 días y posterior viaje. A partir de aquí, los “Monsters of the Midway” funcionaron como una máquina engrasada, permitiendo sólo dos field goal. Especial mención para Smith y Fuller, más adelante repasaremos sus jugadas claves
Comenzó el partido con un gran retorno de Patterson, gran nivel el suyo en los últimos partidos. Este jugador es un dolor de cabeza para los equipos rivales, que literalmente ya no saben qué hacer para evitarle. La inventiva de Patricia en este sentido le salió bien en ocasiones, pero Nagy sabe que tiene una amenaza en el rapidísimo jugador de Carolina.
Tras el retorno, drive impoluto de Trubisky para touch down de Robinson, el mejor receptor del equipo. No les dio tiempo a celebrar esta rareza a los de Illinois, cuando se encontraron con un 14-7 abajo, tras los mencionados fallos de concentración defensivos, que aprovechó el aplicado Blough con extraña suficiencia para un quarterback que debuta como titular en la NFL.
Intercambio de golpes a partir de aquí en forma de field goals, con Chicago intentando levantarse de la lona. Parecía que no iba a ser así tras la intercepción de Slay, aunque se sentía cierta continuidad en el ataque de Nagy, cosa rara este año. Wims y Robinson ganaban yardas con cierta facilidad mientras Trubisky iba construyendo su mejor partido este año. Así que el touchdown que empataba el partido cayó de maduro. De esta forma el partido se iba a definir, ya con el tercer cuarto finalizando, en jugadas muy concretas. Poca broma ya para dos equipos que no tienen margen.
Darrell Bevell, el coordinador ofensivo de los locales, dibujó un drive largo en jugadas y tiempo, que avanzaba firme y cuyo final inevitable era el touchdown. Lo que ponía al ataque de Nagy, ya en el último cuarto, en una ruleta rusa.
¿Inevitable? Kyle Fuller no pensó lo mismo. Cuando McKissic encaraba un touchdown fácil en tercer down y pulgadas en la 5 de Chicago, el line backer se lanzó por detrás para completar una espectacular zancadilla francesa que retrasó dos yardas a los azules. Field goal. Pero la sensación en el campo no fue que habían sumado 3 puntos los locales, sino que habían ganado 4 los visitantes. Con un cuarto para convertir 7 puntos que le dieran el partido, el habitual manejo del reloj del entrenador de New Jersey entraba en escena. Para ello, necesitaba contar con Trubisky. Y éste ejecutó. A pesar de algún extraño error de los receptores blancos, el de Ohio repartió pases de todos los colores, para culminar con uno corto y fácil a Montgomery, otro de los destacados. 4 arriba con dos minutos.
A partir de aquí, táctica conservadora de la defensa de Pagano para evitar “Big Plays” que culminó con un sack de Smith que cerraba el partido, al colocar un cuarto y 22 a falta de 30 segundos y sin tiempos muertos ya para Patricia. Victoria y 50% que permite a Chicago seguir vivo, sólo vivo, en la persecución por los playoffs. Los Cowboys esperan.