LA is made of Wood(s)

Los Rams vencen sin problemas 12-28 a los Seahawks y siguen en plena pelea por los playoffs

Sólo existió un equipo esta noche en el Memorial Coliseum y ese fue el cuadro local. Los de Washington nunca pudieron con el juego de pase de los californianos y, por si fuera poco, Gurley empezó hoy a parecerse a Gurley (79 yardas y 1 touch down). Si Seattle tuvo alguna opción fue por los errores primero de Goff, en forma de intercepciones al inicio de la segunda parte, y luego de Zuerlein, al fallar un field goal que le daba balón a Seahawks con una distancia salvable (9-21).

La defensa del equipo de Carroll no pudo en ningún momento con Woods, que martilleó con jugadas de recorrido medio hasta llegar a las 98 yardas en 7 recepciones, a las que hay que añadir 29 en 2 carreras. A él se le sumó el tight end Higbee, que aportó otras 116. Por su parte, Seattle nunca encontró un ritmo de pase que le permitiera competir, sus armas eran la carrera con un productivo Carson (76 yardas) y, ya con el segundo cuarto avanzado, se volvieron a dejar en manos de las genialidades de su fantástico quarterback Russell Wilson; peligrosa estrategia de dudosa producción a largo plazo.

Inicio para Seattle

El partido lo comenzaron liderando los visitantes (3-0), pero pronto empezaron a poner tierra de por medio los locales para colocarse con un visual 3-21. Sólo la mencionada intercepción de Diggs (más tarde sumaría otra), que acabó en instantáneo touchdown, hizo que hubiera incertidumbre en el resultado (que no en el juego) hasta bien entrado el tercer cuarto.

Con esta victoria, Los Ángeles se sitúa a una victoria del primer puesto disponible de wild card, que ocupa ahora mismo Minessotta; y a dos de Seattle, que parece tener asegurada la primera de estas posiciones. De paso, complica mucho la vida a unos casi descartados Bears, pero pone al rojo vivo la Conferencia de cara a las tres últimas jornadas. De momento, en la siguiente, Seahawks jugará en Carolina y Rams en Dallas. No se lo pierdan.

Hill marca el camino a los Saints

New Orleans se impone en Atlanta por 26-18 y se proclama campeón de la NFC South

Es Taysom Hill un jugador único. En una liga tan especializada como la NFL, donde los jugadores parecen diseñados en un laboratorio para una posición concreta, el caso del jugador de Idaho es digno de estudio. Oficialmente es backup quarterback, y releva a Brees en snaps determinados a lo largo del partido para dotar de dinamismo al equipo. Pero también corre y recibe; de hecho, los snaps que ejecuta suelen desarrollarse en forma de carrera.

Lo que no habíamos experimentado eran sus cualidades como jugador de defensa de los equipos especiales. Como lo están oyendo. Con el partido empatado, taponó con enorme facilidad un punt para recuperación de su equipo, que acabaría transformando él mismo en touchdown a pase de Brees. Por si fuera poco, en el siguiente cuarto anotó el segundo, en complicada carrera deshaciéndose de cuantos halcones le salían al paso. Lo nunca visto.

Nervios de la clásica rivalidad aparte, que se convirtieron en anotaciones locales, el partido llegaba en un manso 17-9 para los de Louisiana. Los errores de Atlanta (2 intercepciones, 9 sucks y un fumble) se sucedían, mientras que Brees era capaz de encadenar drives sostenidos que a menudo subían al marcador. 26-9 a falta de 3 minutos y partido decidido. O eso creíamos. El fantástico kicker coreano Younghoe Koo se empeñó en mantener en el partido al equipo de Georgia mediante primero un fieldgoal que les ponía a dos anotaciones. Y más tarde, frótense los ojos, con 3 onside kicks que lograron convertir (uno de ellos anulado eso sí) para tener una última posesión con una distancia de 8 puntos. Fue aquí donde apareció la defensa de Sean Payton para, a través de Cameron Jordan y Demario Davis, engullir literalmente las opciones de remontada del equipo local.

Importante victoria para New Orleans que le proclama campeón de la NFC Sur por tercer año consecutivo, le mantiene segundo de la conferencia y no depende de nadie para quedar primero. Para que esto pase, eso sí, tiene que arreglar los errores de concentración que han permitido en esta noche de Acción de Gracias, resucitar a un equipo con encefalograma plano, más si cabe con la ausencia de Julio Jones.

10 días para pensar ahora en la visita del líder de la Conferencia, los San Francisco 49ers, al Superdome. Estadio histórico para dos equipos históricos en un partido descomunal, no se lo pierdan.

Bumps of the midway

Chicago vence 19-14 en el Campo del Soldado en otra irregular actuación

Acabó imponiéndose el equipo de Illinois en un partido que tuvieron totalmente controlado en el tercer cuarto (19-7), pero que volvieron a complicarse con un equívoco manejo del reloj en la segunda mitad.

Es el de Nagy un equipo de ráfagas, como la ciudad a la que representa. Es capaz de crear drives perfectos de pases largos y carrera, con cuartos enteros sin anotar. Y su defensa puede negar al equipo rival, así como conceder un touchdown a Tate en cuarta y 18 para meter al equipo neoyorquino en el partido.

Comenzó el partido con la defensa de Pagano dominando. Khalil hoy asifixiaba a Daniel Jones y los linebackers totalmente concentrados permitían contados avances cortos. Mientras tanto, el ataque avanzaba pero no capitalizaba en puntos. Trubisky sólo veía desmarcados a los jugadores visitantes y, cuando encontró a Robinson para una jugada de 70 yardas, la jugada fue anulada. Cuando no sale, no sale.

La imposibilidad de avanzar de los locales, provocaba ataques en posición avanzada de los Giants, así que, en uno de ellos, Smith anotó fácil el primer touchdown del partido. Demasiado fácil y demasiado premio para tan poca producción ofensiva. Pero este juego va de puntos, y Chicago sólo pudo anotar un field goal antes del descanso. Por su parte, Rosas falló dos y esto suponía desperdiciar 6 puntos en un equipo que no va sobrado de ellos.

El inicio de la segunda parte continuó con la misma tónica con la que había finalizado la primera, tocaba racha Trubisky. Cuando esto sucede, Chicago suele cargarse de puntos y así sucedió. Empezó a jugar con el infrautilizado Robinson y esto supuso dos touchdowns, uno de jugador de Detroit y otro del quarterback (valor no es lo que le falta) en carrera, tras fumble provocado por Mack.

Con 19-7 arriba y el juego totalmente controlado es cuando Nagy le suele dar opciones a los rivales. Con la intención de controlar el reloj, frena el ritmo y empieza a jugar a la carrera para que vaya corriendo el tiempo y acabe el partido sin sobresaltos. Habitualmente no suele ser así y hoy no fue una excepción, el equipo se “olvida” de jugar y se suceden las intercepciones y los errores graves en defensa, que facilitan touchdowns imposibles de los rivales; hoy el mencionado en cuarta y dieciocho; 19-14. Aún así el equipo fue capaz de ejecutar varios primeros downs que pusieron el marcador a salvo y el cronómetro llegó a 0 asegurando la victoria.

Jornada que permite a los Bears seguir en la carrera por los playoffs en lo que ha resultados se refiere. Las puertas están abiertas y más, con los cruces directos de los próximos fines de semana. Pero tendrá que mejorar bastante en solidez sobre todo ofensiva para poder competir con equipos como Green Bay, Minesotta, Kansas City o Dallas. Próxima parada Michigan.

Chicago se la está jugando

Los Bears ganan 20 – 13 a Lions en un descuidado partido

Dos equipos necesitados se enfrentaban esta tarde en el Campo del Soldado. Ambos se encuentran cerrando la División Norte de la NFC, así que el que perdía quedaba prácticamente descartado de la carrera por los playoffs. Además, Detroit se encontraba con el grave contratiempo de la baja de su este año inspirado quarterback, Matthew Stafford. Se puede concluir que ambos conjuntos demostraron por qué se encuentran en dichas posiciones, ya que mostraron carencias notables en capacidad, ritmo y concentración.

Comenzó el partido con los dos equipos atascados en ataque, sobre todo los locales. Detroit avanzaba por el centro a duras penas mientras que Chicago tenía un ataque que podemos calificar como inexistente. Las pocas jugadas que intentaban las erraba, o bien Trubisky, o bien el receptor encargado. La línea mientras tanto hacía agua por todos los lados, con el quarterback acosado sin remisión y producción nimia en carrera. Los de Michigan, mientras tanto, conseguían avanzar en el marcador rascando un par de field goals.

Reaccionó el equipo de Matt Nagy a falta de dos minutos para acabar el primer tiempo. Drive perfecto con Robinson avanzando decenas de yardas que culmina Braunecker de pase bombeado medido de Trubisky. A partir de ahí se suceden los touchdowns de los hombres rápidos de Chicago, Cohen y Gabriel. El último originado en una intercepción del omnipresente Kiatkowsky. 6 – 20 y partido encarrilado. Aparentemente…

Podían los Bears regalarse un muy necesitado partido tranquilo, pero prefirieron que no fuera así. Se relajaron tanto en ataque, con un tercer down fácil que no bloquearon, como en defensa; ejecutando placajes suaves que permitieron grandes avances, rematando con un pase largo fácil de Driskel a Golladay, que supuso el touchdown que acercaba a Detroit a una anotación. A partir de ahí ataque inexistente de nuevo del equipo azul, que puso en las manos del equipo de Matt Patricia el empate.

Como tantas otras veces, Nagy dejó el resultado del partido a su defensa. Ésta, subió un punto su concentración y consiguió, junto con la inefectividad del ataque visitante, que el marcador no se moviera.

Errático partido el vivido hoy a orillas del Lago Michigan. El equipo local necesita subir varios niveles su concentración y su ritmo si quiere tener las más mínimas posibilidades de pelear por los cruces.