Houston se impone 110-120 en Utah en un agitado partido con visos de playoff
Mike D’Antoni ya no necesita excusas, ni compensar forzadamente su equipo con jugadores altos que no va a utilizar. El fichaje de Westbrook y los recientes anillos del “small ball” de los Warriors, le sirven de coartada para lanzarse a un camino sin retorno, que veremos dónde termina. Es un discurso tan marcado que tiene a toda la liga expectante, todos tienen un ojo puesto en Texas para comprobar si se trata de una innovación que marque la evolución del juego de las próximas décadas, o sea una más de las atractivas excentricidades del técnico de Virginia.
Con P.J. Tucker y Covington como “pivots”, este “radical small ball” necesita imponer su estilo altamente físico y su anarquía estilística, para facilitar los unos contra uno y los tiros de tres con baja defensa en los que se basa su ataque. En defensa, esa misma anarquía provoca que el plan del equipo rival, que es sobrecargar la zona (Gobert), se diluya en el mismo tipo de jugadas que usa Houston, pero para las que no están preparados. Digamos que los anarquistas Rockets imponen la anarquía a los demócratas Jazz.
Houston se impone
Y así, aunque el partido fue igualado hasta el tercer cuarto, se jugó a lo que los Rockets querían. Poco protagonismo de Gobert y juego eléctrico en el que se imponían Harden (38PTs) y Westbrook (34PTs) al único jugador de Utah que pudo mantener el tipo, Mitchell (31). Para el inicio del último periodo, la distancia se situaba en los 15, con lo que los visitantes sólo tuvieron que dosificar la ventaja hasta el final.
Importante victoria para los tejanos en un duelo directo por el factor cancha en los playoffs, que los deja igualados en la cuarta posición del oeste. Por lo que no sería de extrañar que se encontraran en las post temporada y tuviéramos la suerte de conocer con juego “real”, que movimiento político se impone. Será interesante.