¿Qué cambió?

Ernesto, ¿qué cambió del año pasado para que te despidan yendo líder en Liga y Champions? ¿Por qué antes les gustabas y ahora no? Josep Maria, ¿qué cambió para precipitar la salida del entrenador que te gestiona los últimos años de tu astro, mientras no deja de ganar títulos? Leo ¿qué cambió para que releven a tu míster, ése que te rodea de 10 atletas de fondo para que puedas fulminar al rival en tus dos jugadas? Gerard, ¿qué cambió para que un caballero de formas exquisitas como Valverde, reciba un súbito desprecio en forma de cese? Zinedine, ¿tú sabes qué pasó?

Pues sí, Zizou lo sabe. La única diferencia entre el año pasado y éste para el barcelonismo, es que su máximo rival ha recuperado la competitividad. Y en lugar de acometer una transición razonable en verano, con tiempo para que el nuevo entrenador pueda trabajar su estilo, y margen para dar las gracias al antiguo, presenciamos una situación que más se parece a una viñeta de Ibáñez, que a una gestión ejecutiva de una entidad del máximo nivel.

Mal hacen los grandes equipos en caer en las tentaciones que te coloca la presión del gran rival. Y, por extensión, tomar decisiones atropelladas y equivocadas, que vienen motivadas por una situación externa a tu club y que te hacen perder el foco del objetivo que buscas, que es simple y llanamente mejorar tu equipo.

14/01/2020, Manuel Galera

Episodio IX: El Real Madrid gana el empate de los clones

El equipo de Zidane gana en los penaltis la Supercopa de España tras un espeso partido

Real Madrid, 0 (4): Courtois (10), Carvajal (4), Ramos (5), Varane (6), Mendy (6), Casemiro (5), Valverde (9), Modric (7), Kroos (6): Min. 102 Vinicius (-), Jovic (6): Min. 82 Mariano (5), Isco (5): Min 59 Rodrygo (6);

Atlético de Madrid, 0 (1): Oblak (8), Trippier (7), Felipe (7), Giménez (6): Min. 98 Savic (5), Lodi (5): Min. 88 Llorente (4), Correa (6), Herrera (5): Min. 56 Vitolo (4); Thomas (5), Saúl (6), Joao Felix (4): Min. 101 Arias (5); Morata (7)

El enésimo episodio de la saga madrileña acabó de nuevo en la tanda de penaltis. No defraudó a los seguidores de la misma, ya que el partido contó con los elementos habituales: ajuste constante de espacios, manejo atlético de los tiempos, empuje controlado blanco, práctica ausencia de ocasiones y constantes faltas, interrupciones y protestas.

Lo dicho, el guión fue el de siempre, Kroos y Modric tenían el balón en los mínimos espacios que el Atleti les ofrecía, en muchas ocasiones en el borde del área rival. Aquí los rojiblancos se sentían cómodos y esta vez eligieron el cuarto central (del 15 al 30) de la primera parte para mover al equipo arriba y dominar este tramo. Eso sí, ocasiones 0.

La segunda parte si empezó con oportunidades para Jovic en los que fueron los mejores minutos del serbio con el equipo blanco hasta la fecha. Luchó contra el mundo, y casi gana, en arrancada desde el centro del campo; y casi emboca tras jugada personal. Rodrygo aportó la frescura desde el banquillo que no pudo dar Isco. Tampoco lo hizo Joao Felix por su lado, así que la creatividad brilló por su ausencia. A partir de ese momento goteo de ocasiones en lo que se sospechaba que era un calentamiento para el partido real la prórroga. Así fue.

En la prórroga cambió el partido

Pareció que los dos equipos temían al portero rival (hacen bien), ya que en el tiempo añadido se lanzaron a terminar el partido sin llegar a la tanda de penaltis. Si a esto le añadimos el cansancio del partido y una intensa competición a 4000 km de distancia, el espectáculo estaba servido. Las ocasiones embarulladas se sucedieron, los metas se agigantaron y el clímax llegó a dos minutos del final.

Zidane manda a sus torres a rematar la habitual falta lateral y en el rechace falla Carvajal. Esto provoca que Morata (uno de los destacados) se encuentre en carrera sólo delante de Courtois y sólo lo puede parar en falta flagrante por detrás Valverde. Roja directa y trifulca (también habitual). No da tiempo a mucho más, así que nos vamos a los lanzamientos. Pero detengámonos un momento en el futbolista uruguayo.

Valverde

El seguidor madridista se está frotando las manos con este chaval. A sus 21 años se trata de un futbolista portentoso, y no sólo por su físico, que es privilegiado. Estamos ante un jugón, con jerarquía actual y una verticalidad que es la que el aficionado del Bernabeu demanda. Cuando le ves jugar, te vienen a la cabeza nombres históricos, muchos de ellos alemanes: Matthäus, Kroos… Mal haríamos en sobrecargarle de presión colocándole en lugares que no ha alcanzado todavía, pero se hace difícil contenerse; y parece que al jugador tampoco le afecta. Juega y se comporta sin estridencias y, como hoy, si tiene que asumir el error de un compañero, cometiendo una fea entrada que le mande a la caseta, lo hace por el equipo. La Supercopa y el MVP que le otorga Luis Enrique hoy parece que pueden ser sólo los primeros títulos de muchos. Veremos.

Tanda desigual

Los penaltis los decidieron el fallo al palo de un muy cansado Saúl y el paradón de Courtois a Thomas. Mención especial para el gran partido del belga. Carvajal, Rodrygo, Modric y Ramos acertaron por el equipo blanco, mientras que Trippier anotó el único por parte del Atlético de Madrid.

¿Nueva era para la Supercopa?

De esta forma el Real Madrid se hace con un necesitado nuevo título, en una reconvertida competición que, independientemente de la localización, ha ganado en interés al alargarla e incluir a los cuatro primeros. ¿Estamos ante un paso intermedio hacia una competición similar a la Copa del Rey de la ACB? Ojalá.

El Madrid se desata en Eibar

Benzema y Hazard lideran la victoria blanca 4 – 0 ante un impotente Eibar

Eibar, 0: Dimitrov (4), Cote (3), Bigas (4), Arbilla (4), De Blasis (3), Inui (5), Diop (4): Min. 80 Exposito (-); Escalante (5), Orellana (4): Min. 64 Pedro León (6), Sergi Enrich (5), Kike (4): Min. 80 Charles (-)

Real Madrid, 4: Courtois (7), Carvajal (6), Ramos (6), Varane (6), Mendy (7), Casemiro (7), Valverde (7): Min. 71 Vinicius (6), Modric (7), Lucas Vázquez (6): Min. 80 Brahim (5); Hazard (8): Min 67 Isco (6); Benzema (8)

Gran partido del conjunto de Zidane, que barrió al Eibar durante los primeros 35 minutos y se garantizó un partido de nuevo apacible, en un entorno que no lo era. Equipo duro en contra, en una tarde de típica galerna vasca. Pero esta vez el viento racheado lo aprovechó el Madrid para asegurarse una victoria cómoda.

Comenzó el encuentro y sacaba el balón rápido y vertical el Madrid, llegándole inmediatamente a Benzema y Hazard. Y cuando esto pasaba, el Eibar tenía un problema. Estos dos jugadores están finos, rápidos, hambrientos y, lo que es peor, se están empezando a conocer. Juegan a lo mismo, el balón se les desliza igual, con lo que se mueve más rápido y es que ni la ves. Sus amigos Modric y Valverde, los buenos del barrio de al lado, colaboraban a la causa; hacían kilómetros para habilitarles buenos balones y estos los aprovechaban una vez tras otra.

Primera ocasión clara para Benzema en el 10 y, a partir de ahí, ya era cuestión de tiempo. Gol en el 16 para el galo, tras remachar una buena jugada que se acabó embarullando. Dos minutos más tarde, en una de tantas, Hazard quiebra en el vértice del área hacia dentro, para que De Blasis le trabe en penalti no protestado; convierte Ramos tranquilo. Doblen el área como si fuera un folio y cambien a los protagonistas anteriores por Lucas, Cote y Benzema para explicar el tercero.

A partir del 35 se consiguió estirar el equipo de Mendilibar, sobre todo por el carril de Inui, y encadenó tres llegadas que le ayudaron a sacudirse el agobio. Incluso Sergi Enrich cabeceó muy cerca del palo justo antes del descanso.

La segunda mitad arrancó como terminó la primera, con un punto menos de intensidad del Madrid ya que, simplemente, no la necesitaba. Aun así le bastó para que Valverde embocara su gol en el 60 al más puro estilo Kroos, para elevar un poco más sus últimas actuaciones. Zidane tuvo también ocasión de dar minutos a los necesitados Isco, Vinicius y Brahim, y descanso a Valverde, Hazard y Lucas.

Gran partido del equipo blanco, que empieza a encadenar buenas actuaciones y parece que consigue solucionar permanentemente sus problemas de gol.

Manuel Galera